PH METRÍA
¿Qué es una pHmetría?
La pHmetría es una prueba diagnóstica del aparato digestivo para detectar los niveles de acidez del esófago. Se realiza mediante una sonda con receptores sensibles al ácido.
¿En qué consiste?
La pHmetría consiste en colocar una sonda a través de una de las fosas nasales del paciente hasta la porción inferior del esófago. Dicha sonda es un tubo flexible de 2 mm de diámetro aproximadamente y contiene sensores en el extremo.
El paciente deberá respirar por la nariz para colocar la sonda correctamente. No suele utilizarse anestesia ni sedación en la pHmetría, ya que puede alterar los resultados.
¿Por qué se realiza?
La pH metría suele realizarse en pacientes que presentan acidez, ardor de estómago (pirosis) o regurgitación, para determinar los niveles de ácido en el esófago procedente del estómago.
Los pacientes afectados por Reflujo Gástrico, suelen requerir esta prueba para el diagnóstico y la valoración de los tratamientos que esté realizando. De hecho, esta prueba es más sensible que la endoscopia para detectar esta patología, e identifica a más del 90% de los pacientes con reflujo.
Preparación para
pH metría
¿Qué se siente durante
el exámen?
Significado de resultados
anormales
En las 48-72 horas previas a la prueba, el paciente deberá evitar el consumo de tabaco y de sustancias excitantes como la cafeína. A las 6-8 horas previas, se deberá evitar también la ingesta de alimentos y líquidos.
Siempre antes de la intervención el paciente deberá informar al especialista sobre los tratamientos y medicamentos que se están llevando a cabo para ver si pueden influir en los resultados de la prueba. Por ejemplo, deberá prescindir de los medicamentos antiácidos al menos 8 horas antes de la prueba, ya que influirían notablemente en el resultado.
Al no emplearse sedantes ni anestesia durante la prueba, el paciente puede notar molestias en la nariz y garganta, incluso puede presentar un ligero sangrado.
Estas molestias se producen sobre todo al colocar y extraer la sonda, pero durante la prueba suele soportarse con facilidad. De hecho, en algunos casos se realiza la pH metría de 24 horas, en la cual el paciente deberá llevar la sonda puesta todo un día y comer y dormir con normalidad.
Presentar unos resultados anormales supondrá que presenta unos niveles altos de ácido en el esófago. El especialista digestivo determinará el grado de reflujo que presenta el paciente y podrá ver la causa, como problemas en el esfínter esofágico.
Así, es posible que el paciente necesite tratamiento farmacológico para tratar los problemas de reflujo y acidez, o incluso cirugía en caso que no respondiera correctamente a los medicamentos.